52 canciones

Cuando trabajaba en Zinkia, hicimos una temporada de Pocoyó cuya idea inicial es que fuera una especie de curso de idiomas. Ya hablé de esto en un post de 2012, esto es lo que escribí:

Let’s Go Pocoyo! (2009), que en principio era un curso de inglés, fue concebido para verlo en su idioma original en cualquier lado, y estaba pensado para que los niños se fueran quedando con vocabulario. Los guiones, más sencillos que los de la serie normal, se crearon en torno a áreas de aprendizaje y grupos de palabras. Pero había dos grandes novedades. En medio de los episodios habría dos departamentos, distintos visualmente, que servirían para reforzar el aprendizaje. La otra novedad sería que al final de cada episodio habría una canción cantada, que tendría una letra que explicaría en la medida de lo posible, y repetiría, las palabras importantes del episodio. Unos meses antes habíamos hecho un piloto dirigido por Giuseppe. El piloto de LGP era hilarante, sobre todo la canción final, que encantó a todo el mundo, así que ahora era el momento de llevarlo a producción en serio.

El reto estaba servido, teníamos que hacer 52 canciones distintas, con letra, para Let’s Go Pocoyo!. Cada canción iría sobre una cosa. Habría canciones sobre el reciclaje, sobre los objetos que hay en un salón, sobre los supermercados, el desayuno… Nos juntábamos cada viernes, yo con la guitarra o el bajo y Dani con el teclado, y nos poníamos a improvisar cosas a ver qué salía. Después comentábamos con Giu para ver si le encajaba la idea de la canción con el planteamiento visual que aplicarían al videoclip que iría con la música, y listo. Trabajábamos codo con codo con la imagen, pero la música mandaba por primera vez en la serie. Nos impusimos una premisa: tenía que salir cada canción en una tarde o una mañana, aunque luego teníamos algo más de tiempo para arreglarla del todo. Nos gustaba llevar las cosas al extremo y a veces nos poníamos a trabajar a las 5 de la tarde del viernes en la canción que tocara. Había viernes que nos tocaba hacer dos canciones, y nos las ventilábamos lo más rápido posible. Trabajando así, conseguimos unos resultados increíbles. Nos salieron canciones muy divertidas, frescas y bonitas. Yo hacía las letras y las cantaba en las demos, y al principio me costaba un poco escribir con unas palabras dadas, pero en cuanto le cogí el truco salían solas. Después, cada entrega de 13 episodios, íbamos a un estudio de grabación y las grabábamos con Garrett Wall, que tiene una voz increíble. También grabábamos a niños que a veces improvisaban coros y se quedaban tal cual en las canciones. El resultado nos encantó y en conjunto, las 52 canciones de Let’s Go son una de las cosas de las que estamos más orgullosos porque nos permitieron hacer de todo. Las convertimos en un subproducto dentro de la serie, hicimos en secreto una especie de enciclopedia musical. Tocamos casi todos los estilos, country, reggae, rock&roll, punk, disco, funk, rap old school, electrónica al más puro estilo Kraftwerk, easy listening… 52 canciones dan para mucho. Al principio también nos tocó pelear un poco con producción ejecutiva porque les parecían muy adultas y muy poco Pocoyó. Pero nos acabamos saliendo con la nuestra y el resultado está ahí.

Dani y yo improvisando

El caso es que hace no mucho se me ocurrió mirar si esas canciones estaban en Spotify, y me alegró mucho ver que sí están, en todos los idiomas que han sido publicadas. A pesar del tiempo que ha pasado, al volverlas a escuchar, me siguen encantando, y pienso que Dani y yo no habríamos sido capaces de hacer aquello si no hubiéramos llevado trabajando tanto juntos. Estábamos en un punto en que sabíamos a dónde podía llegar cada uno, dónde encajábamos. Teníamos una paleta de sonidos muy versátil que nos permitía hacer cualquier cosa y un lenguaje interno desarrollado durante años.

Seguramente no descubro nada a nadie: hay mucha literatura que habla de los procesos creativos, de cómo la calidad sale de la regularidad, y las buenas ideas de ponerse límites. Aquel fue un buen ejemplo, y no se me ocurre nadie mejor que Dani para haberlo hecho.

Os dejo aquí una playlist con mis canciones favoritas de las que hicimos.