Arroz blanco perfecto

Siempre le he puesto ojitos a las arroceras eléctricas, aparte de que son preciosas, son uno de esos aparatos que inspiran. El otro día Alberto compartió en su Tumblr un artículo que había leído en abril y me recordó por qué me gustan tanto. Solo hacen una cosa, pero la hacen a la perfección. El motivo por el que nunca he comprado una es que ocupan bastante espacio y no como tanto arroz blanco como para justificar perder ese espacio en mi encimera o tener otro cacharro pululando por ahí. Y aunque ahora como mucho más arroz que antes, suelen dos o tres veces por semana como mucho.

Para más inri, hace poco me enseñaron una forma de hacer arroz blanco que me parece ideal. Es fácil y práctica, no hay que andar calculando proporciones, y sale perfecto siempre. En casa la usamos con arroz bomba o sushi, funciona bien con ambas.

A lo mejor mucha gente conoce esta técnica, pero como yo no la había escuchado hasta hace nada, la pongo aquí:

  1. Se limpia el arroz en el cazo en que lo vayas a cocinar.
  2. Se llena el cazo de agua de forma que haya media yema del dedo anular cubriendo el arroz. Si tienes unas manos minúsculas o gigantes tenlo en cuenta, pero el método es bastante tolerante ante la imprecisión.
  3. Se pone el cazo en el fuego fuerte.
  4. Cuando entra en ebullición, se tapa el cazo y se baja el fuego (en mi vitro, lo pongo al 2). Se deja 20 minutos.
  5. Cuando pasan los 20 minutos, se apaga el fuego y se deja así otros 10 minutos y listo.